EL ORIGEN DEL GRADO DE MAESTRO
En lenguaje masónico decir grado, es decir ritual. Nada impide, asignar orígenes distintos a la calificación de grado, a su transformación en grado iniciático y, a las ceremonias que forman su ritual. La iniciación al tercer grado constituye un verdadero drama. La mayor parte de los historiadores masónicos se inclinan, hasta ahora, por buscar los orígenes de la leyenda de Hiram en los misterios religiosos de la antigüedad.
Dar un paso adelante y buscar su origen, tanto en el sentido psicológico y esotérico así como también en las mal llamadas civilizaciones primitivas, nos permite encontrar en la realidad mental, lo oculto del rito y el estado naciente y burdo respectivamente, mas los factores que caracterizan el desarrollo de las religiones y de las filosofías, ya que si mencionamos la palabra leyenda, esta significa: relato imaginativo basado en la realidad o verdad.
En todo el mundo, los pueblos no civilizados y aislados celebran ceremonias que son verdaderos misterios y a los cuales sólo puede llegarse por una verdadera iniciación. Casi siempre se encuentra la representación de escenas relativas a aventuras siendo éste el elemento dramático más frecuente basado en la simulación de la muerte, seguida de la resurrección. Algunas veces esta escena la constituye una sepultación, otras el descenso al país de las sombras seguido de la vuelta a la tierra o bien a la admisión en el país de los dioses.
Es, hacer ver que en la última parte del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX, se ha discutido mucho sobre el origen de la Francmasonería, pero se ha dejado de lado el origen de sus grados. La mayoría de los historiadores masónicos aceptaban como un hecho que se remonta a la organización primitiva de la Orden la división de los tres grados, división consagrada, en las Constituciones de 1738, por la Gran Logia que dio nacimiento a casi todas las actuales Obediencias de la Masonería azul. Sin embargo, si hubieran leído con un poco más de atención el texto mismo de las Grandes Constituciones, en su primitiva redacción de 1723 habrían allí comprobado la presencia de una tradición muy diferente, nunca totalmente alterada dentro de la Gran Logia de Inglaterra y que, a partir de 1815, ha reaparecido, en sucesivas ediciones de los Antient Charges en los siguientes términos: "En los viejos tiempos, ningún hermano, por hábil que fuera en el oficio, recibía el título de Maestro Masón sin haber sido antes designado para dirigir una Logia".
Hago esta cita para fijar posición en que el Maestro Mason surge después, que este aprendiz y compañero adelantado es recibido en otro grado, donde recibe la plenitud de sus derechos y poder así, dirigir la Logia, reafirmando que este hombre iniciado es el mejor entre los iguales para guiar a sus hermanos. Después de la constitución de Anderson, a quien señalan algunos prominentes historiadores e investigadores de la masonería, de que Anderson marcó de forma casi universal los designios de la masonería para los últimos 4 siglos. Ya que menciona en el articulo 4 (DE LOS MAESTROS, INSPECTORES, COMPAÑEROS Y APRENDICES), la división clara de los tres grados simbólicos.
Más que hacer una conclusión o decir que el origen del 3er grado es un misterio, si podemos afirmar que es el avance de la masonería a la solarización de su rito con mayor relevancia dentro del simbolismo, y además reafirmar que Hiram construye un templo utilizando todas las artes que pueden encontrarse en la construcción moderna, es decir, no solo manejar la piedra, sino también la madera, los metales y el arte de la decoración en su máxima expresión. Igualmente debemos observar el ritual en si, ya que es vivir el drama solar a plenitud, donde Hiram muere víctima de 3 malos compañeros, quienes representan a Septiembre Octubre y Noviembre, ellos conspiran para la muerte del sol encaminado al solsticio de invierno. Luego salen 9 maestros en busca de Hiram, son los meses de Diciembre, Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio y Agosto, que vuelven al Sol la vida. Y si seguimos podemos observar como claramente esta leyenda tiene una significación muy astrológica, la cual es válida en el marco de la masonería especulativa.
En otras épocas también se utilizó la construcción de la Torre de Babel y del Arca de Noé, como parte de la tradición Masónica, pero en estos no se construyo ningún templo, ya en la leyenda de Hiram le corresponde dirigir y erigir un templo a la Gloria de Dios, en vía directa con el Rey Salomón quien traduce y practica la enseñanza de Moisés traída del pueblo egipcio, incrustándolo en el pueblo hebreo, consolidándose aquí la Cábala, que a su vez forma también parte del erario de estudio y practica masónica.
Mis conclusiones personales, en cuanto a como conocer de un grado, por medio del cual la Masonería recuerda a las asociaciones profesionales de la Edad Media y los misterios religiosos de la antigüedad, es de suma importancia, ya que cualquiera que sea su origen inmediato, no podríamos eliminarlo de nuestra liturgia sin desconocer una de las fuentes de nuestro doble origen: el operativo y el esotérico.
Ya para finalizar, desde mi experiencia durante la exaltación les puedo decir:
“Es ésta una de las iniciaciones a las cuales mejor puede aplicarse el verso que los misterios de Eleusis donde el viejo autor del himno homérico se dirige a la diosa Démeter diciendo”:
¡Feliz aquel de los mortales que ha presenciado estos ritos!


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